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EDIFICIO BIOCLIMÁTICO Y SOSTENIBLE: ECOBOX

La piedra natural es considerada uno de los materiales de construcción más adecuados para construcciones bioclimáticas. Su origen y producción  conllevan un moderado consumo energético respecto a otros materiales.

Su utilización en construcción también puede asociarse a sistemas de gran eficiencia energética como fachadas ventiladas, suelos radiantes (perfecta conducción térmica), que hacen también de la piedra un material muy adecuado para conseguir un gran ahorro y eficiencia energética en los edificios.

Desde Naturpiedra siempre hemos sido conscientes y sensibles al valor que aportan nuestros materiales en ese sentido, colaborando en este tipo de obras, mucho antes del auge actual que están experimentando.

Como ejemplo cabe destacar el edificio de la Fundación Metrópoli, EcoBox. Una construcción de carácter experimental, que trata de integrar un espacio dedicado a la innovación y la creatividad con un gran protagonismo de la arquitectura y el compromiso bioclimático. En la que se contó para el revestimiento de fachada ventilada, con placas de Filita Gris en textura natural, ancladas a una subestructura metálica, mediante tornillos pasantes.

Diseñado por los arquitectos Angel de Diego, Alfonso Vegara y Vicente Olmedilla, se ubica en la Avenida Bruselas en Alcobendas, Madrid; y tras su ejecución en 2003, fue merecedor del premio de arquitectura COAM 2004.

Dispone de una superficie construida de casi 1800 m2, repartidos en tres niveles con grandes espacios diáfanos dispuestos en torno a un gran atrio central.

El gran logro del edificio es aunar una gran funcionalidad y belleza arquitectónica, a los componentes bioclimáticos.

Destacan tanto los sistemas pasivos como la orientación y control de la exposición solar, regulando la luz y calor, utilizando captores solares en su techo, lamas metálicas orientables para graduar el paso de la luz solar, captadores energéticos; y como no, de una fachada ventilada, con nuestra piedra natural Filita Gris como protagonista, que consigue regular la temperatura del edificio, protegiéndolo tanto del frio invernal como del calor veraniego. Todo ello consigue reducir de manera notable el consumo energético del edificio, respecto a cualquier espacio equivalente con el que se compare.

También dispone de elementos bioclimáticos activos como la función de ventilación, que reparte y regula la temperatura del edificio, con un efecto chimenea que se consigue mediante la disposición del atrio y los espacios del edificio, junto con la fachada y cubierta ventiladas o el aislante de grava en el subsuelo o sistemas de canalización del aire, que también cuenta con energía geotérmica que se canaliza bajo el edificio. Además también cuenta con una gran superficie de paneles solares y fotovoltaicos, los cuales generan gran cantidad de energía eléctrica y agua caliente que se utiliza o acumula en el edificio para su posterior utilización.

Todo un ejemplo de a dónde debe dirigirse la construcción hoy en día para conseguir una eficiencia medioambiental y sostenibilidad adecuada.