Chateau Pontet Canet

Los orígenes de Château Pontet-Canet se encuentran a principios del s. XVIII (1705), cuando Jean-François de Pontet, oficial del rey Luis XV, reunió varias parcelas al norte del pueblo de Pauillac. Un siglo después, Château Pontet-Canet florecía de tal manera que fue incluido en la famosa clasificación de 1855 de “grands crus classés”, ordenada por Napoleón III.  En sus más de tres siglos de historia, el château sólo ha tenido tres familias propietarias, hecho inédito en Burdeos.

Los últimos propietarios decidieron empezar de cero, borrando todas las prácticas habituales y sustituyéndolas por prácticas ecológicas, con el único objetivo de reconectar los viñedos con la naturaleza.

En 2004, año de los primeros ensayos biodinámicos, los vinos se mostraron radiantes, luminosos y llenos de vida. Esto animó a los propietarios a ir más allá, y el viñedo fue convertido totalmente a la biodinámica, siendo la primera finca calificada del Médoc en hacerlo.

En 2017 la última de las incorporaciones ha sido la creación de una nueva Bodega, única, concebida sin electricidad para evitar los efectos nefastos de las ondas, con un centenar de ánforas en las que ya envejece un tercio del vino y en cuya elaboración se empleó una pequeña parte de la tierra de las propias viñas de Pontet-Canet, en un ejemplo más del respeto máximo por los orígenes de la uva.

Naturpiedra participó en la obra de esta nueva Bodega, suministrando 155 m2 de Filita envejecida en formato 89,5x60x4 cm para el solado, con un canto largo visto envejecido para las piezas que dan al pasillo central, y unas piezas de Filita envejecida de 9xLLx2 cm que hacen la función de rigolas.